La mujer de los sueños del Domador de Yakarés

Hace mais de 10 años que yo he pedido al Inbentor de tudo que existe y lo que ainda non existe que me ponga una mujer em mi vida. Y el Inbentor non me deixou en bola através de mios suenhos, mais de 100 vezes, às vezes se mostrava teu rosto, essa la razóm ya tarde para descobrir de dónde te conocía. Y quando te conoci, ya te conocia, sabia que eras la mujer de mis suenhos. Fui flechado por el amor para todo el sempre y sem nombre inkalkulábel como todos los universos. Non lo entendo. Sólo lo siento. Aunque usted non me queira, non importa, voy a seguir queriendote mais que para todo el sempre.
Tocar tus manos y bessar tu rostro compensou uma década de mia soledad.
Manhana si me toca la muerte estarei muy feliz por haberte conocido.
Non tengo nada para dar-te.
Pero tengo todo para oferecer-te.
Algum dia cuando sientas cariños de brisa de playa salvaje en teu rostro, non te assustes, es mi saudade que te bessa em silêncio.
Tranki-tranki.
¡Quisera poder tocarte!
¡Quisera poder bessarte!
¡Quisera poder hacerte el amor!
¡Quisera poder beberte!
¡Quisera poder jalarte!
En la cenizenta tierra de la dulze garoa la única coisa que me deixou halagado fue la flechada de Bia dice el Domador de Yakarés bajo a la luna kolor amor hovy.
Y caminando por Asuncionlândia veo tu rostro por todos los lados.
Tampoco importa que tu amor seja pequeñito, simples admiracione ou qué sei yo.
Mi amor por ti es grandote assim como el cielo.
Te quiero, te quiero, mismo distante, vas a sentir mi korazoncito.
¡Korazón, korazón, me quieres matar, korazón!
Como nadie te hay querido te sigo queriendo non creas que apenas por 10 millones de años ou um poquitito mais.